Este año he decidido pedirte no sólo para mí, sino para todos los empresarios y emprendedores que todavía creemos en ti.
Obviamente lo primero que quiero pedirte es que nos traigas muchos CLIENTES; pero clientes de los buenos. De esos que te eligen por calidad o servicio y no por compadrazgo, dan mucho negocio y sí pagan, y además lo hacen a tiempo.
También, dadas las circunstancias actuales del mundo, quiero pedirte que este año nos traigas toneladas de OPTIMISMO. Si uno lee los periódicos o ve las noticias, la situación no es nada halagadora; sin embargo, hoy más que nunca tenemos que tener FE en que las cosas mejorarán, los negocios florecerán y todos creceremos. Pero además de ser optimistas, tenemos que contribuir a poner nuestro “granito de arena” y cambiar nosotros también. Como decía Gandhi: Si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo.
Quisiera también que nos traigas CONSCIENCIA. Creo que la falta de ésta, ha ocasionado en gran parte la pérdida de valores y ha promovido el culto al poder y al dinero, sin considerar si se afecta o no a los demás. Sugiero que priorices este regalo para algunos (no todos) políticos y empresarios que la han perdido por completo. Sé que es difícil, pero por eso lo estoy pidiendo como “Carta a Santa Claus”.
Tráenos también mucha PERSISTENCIA, tanto para nuestra vida laboral, como para nuestra vida social. La necesitamos mucho para no derrotarnos tan pronto y para no dejarnos de los que quieren alejarnos de nuestros valores.
Regálanos este año un montón de RENOVACIÓN para que corrijamos lo que hicimos mal y aprendamos de ello, y así convertirnos en mejores empresarios y personas cada día.
Ya si no es mucho pedir, quisiera que también nos traigas SOLIDARIDAD, para que nos ayude a darnos cuenta de los que están a nuestro alrededor y nos necesitan.
Si todo en esta carta te es imposible concedérnoslo, entonces te pido que sólo nos regales mucha SALUD para todas nuestras familias. Con eso nos daríamos por “bien servidos”.
Por cierto, escuché un rumor que estabas evaluando mover tu planta de juguetes del Polo Norte. Me gustaría que consideraras a nuestro país, ya que contamos con mano de obra MUY calificada, una posición geográfica envidiable para tus necesidades de logística y además te podemos ofrecer incentivos fiscales sumamente atractivos. ¿Qué dices?
¡Muchas gracias y feliz Navidad!
P.D. Te dejo, como todos los años, tu whiskey y tus pretzels sobre la chimenea.